El mundo de Giorgio de Chirico presenta un universo metafísico que aborda la idea de un planeta con unas posibilidades totalmente distintas a las que habitamos.
¿Se trata de una ilusión o de una visión?
¿Hablamos del futuro o un presente paralelo?
Maniquíes que habitan y materializan las ideas geométricas de nuestra cabeza. El pensamiento habita en el interior, en las habitaciones con vistas a las ciudades desérticas. Edificios y perspectivas juegan a enredarse y olvidan por completo las leyes de la naturaleza.
Ciudades que se comen el mundo
Un mundo carente de naturaleza
Y es que el ser humano siempre ha tenido la manía de querer dominar todo aquello que lo rodea. El mar, los campos, el cielo, el espacio… Cualquier ley natural es sólo una excusa para volverse un ser invencible.
Pero no olvidemos que toda conquista tiene un precio y en este caso se trata de un pago a largo plazo. La historia y el arte son testigo de las épocas y sus influencias. Los grandes artistas fueron grandes visionarios, adelantándose a los acontecimiento y creando en sus obras, oráculos de realidades escalofriantes.
«Estamos ante la desdicha de un Planeta Vulnerable
Un Planeta que sufre y agoniza
El Planeta que es nuestra casa»
– Hace 45 años un pintor planteaba la idea de un mundo lleno de naturalezas muertas, maniquíes humanizados, plaza silenciosa y atmósferas de suspense
– Hace 1 mes se leían textos sobre el Teatro Ecológico del siglo XXI que planteaban el negocio del aire y las muertes por pesticidas
¿Dentro de 45 años sobre qué realidad estaremos viviendo?