Books
Existen en la vida momentos que quedan fijados a flor de piel. Nuestras retinas se hacen ecos de las sensaciones que enmarcan aquellas experiencias que nos transforman. Somos la herencia de una especie extraña, seres que juegan a encontrarse a sí mismos en un mundo demasiado grande como para no perderse. A veces uno tiene la suerte de encontrarse con un reflejo, unos ojos que nos miran desde dentro y nos invita a atravesar ese espejo propio que nos hace muchas veces de caparazón.
En este caso todos somos Alice, somos protagonistas de nuestra propia historia.
Es inevitable no encontrarnos entre las páginas de “books”, que nos regala durante un tiempo la capacidad de observarnos a través de ese mundo maravilloso que se nos presenta. Minucioso, mágico y único; nos muestra todas aquellas pequeñas cosas de las que están hechas la vida.
Estamos ante una propuesta que no se mira, ni se observa. Donde los prismáticos no se colocan en los ojos, sino en el alma. Es complicado explicar la sensación de suspensión que te causa ese pellizco al corazón, pues se trata de una experiencia sensorial y personal, que hay que vivir en primera persona.
Somos efímeros, como los momentos y todo tiempo es relativo; y a pesar de eso, somos capaces de detenerlo todo para dejarnos marcar por el amor que invade nuestra vida.
África Anamú
Interés…



